sábado, 2 de junio de 2012

Enrique Moreno, "El Fenómeno".

Fotografía de Enrique Moreno Rodríguez.
Enrique Moreno, “El Fenómeno”.Un montalbeño europeo que se comía el mundo.




Enrique Moreno (1900 – 1936), fue escultor europeo. Europeo, andaluz, cordobés y nacido en Montalbán. Solamente treinta y seis años, de los cuales dieciséis fueron dedicados al arte de la escultura. Un artista y un hombre de letras. Un montalbeño admirado por los grandes de la España de su tiempo, entre ellos un presidente de gobierno español, Alejandro Lerroux, un presidente de la República, Alcalá Zamora y un ministro y alcalde de Córdoba, Eloy Vaquero. ¡No un filosofo, sino el gran Ortega y Gasset a secas! Además de colegas como Rafael Botí entre otros muchos periodistas, poetas, profesores y su propia familia. ¿Quién puede generar tales admiraciones? ¿Hay alguien que pueda tener un currículo de amistades y seguidores más selecto? Solo un fenómeno. El FENOMENO de Montalbán.

El Fenómeno.En un periodo de tiempo tan pequeño, quince o dieciséis años de trabajo profesional como escultor, un artista no puede contar con una extensa obra, ni desarrollarse en su propio estilo. Su corta vida y la escasez de obras nos han arrebatado a uno de los grandes artistas europeos.
Enrique fue bautizado artísticamente como el fenómeno. Ante este sobrenombre, cualquiera puede pensar, que esto pudiera ser un halago de sus propios compañeros o de los montalbeños y amigos. Pero solo hay que rebuscar en su obra, leer sus apariciones en periódicos o revistas y conocer sus tertulias. No se trata solo del fenómeno de la vanguardia escultórica, sino de un hombre que posee un bien muy preciado. El CONOCIMIENTO, la prudencia, la sensatez… Unas ideas muy claras y muy abiertas, además de respetuosas a cualquier forma de pensamiento.


La cultura cordobesa de los años 20 y 30.La vida artística de Enrique Moreno, nacido y criado entre Montalbán y La Rambla, transcurre en una época en que la cultura cordobesa se desenvolvía en un ambiente de voluntad sin conocimiento. Una cultura de cambios políticos, la Restauración, la dictadura de Primo de Rivera, la Segunda República y la Guerra Civil. Era una época de homenajes y carácter tradicionalista. “…Escaso, pobre y monótono ritmo de nuestra cultura local presente” llegó a decir, Enrique.
Y entre este ambiente de chovinismo conservador en todas las facetas de la vida cordobesa, llega un escultor español, estudiado en Europa (Madrid, París y Roma), con nuevos aires a esta cultura de carácter provinciano. Un hombre de mundo que aporto ritmo a Córdoba, Ritmo a la escultura, y Ritmo a una sociedad estancada. Un soldado de la vanguardia.


El soldado de la vanguardia.
Monumento a Eduardo Lucena (Códoba).

Fue él quien conoció de primera mano las corrientes vanguardistas como el Fauve, el futurismo, el cubismo, y sobre todo el expresionismo. En París conoció a Picasso y Dalí en persona. Por eso quiso en nuestra cultura, ampliar el panorama artístico. Traer la mentalidad europea. “El fenómeno”, introductor y difusor de las corrientes liberadoras del arte ultra-conservador de nuestra tierra.
Llegó a comentar sobre un cartel de feria de los años veinte “… ¿es que fuera de un pañolón, una mantilla, un sombrero de ala ancha, de unas tijeras de pelar burros, no hay ningún otro motivo plástico y formal, susceptible de representar a un pueblo que por más que le pese es europeo? También mencionó de la pintura tradicionalista “… se ha tratado a la realidad con evidente falta de respeto". Se ha pretendido en tiempos absurdos de naturalismo, cogerla como a una pieza de caza y meterla en un cuadro o en una novela o en un escenario. El arte de vanguardia sabe el valor inmenso de la realidad.”Don Eloy Vaquero, alcalde de la ciudad, se inclinó por la postura vanguardista de Enrique Moreno.





 * Dibujos a línea cerrada de Enrique Moreno.



Dibujo Fernando Vázquez. Enrique Moreno.

Dibujo de la artista Carmen Diaz. Enrique Moreno.
Dibujo Pepe Carapato. Enrique Moreno.
                                                       


 Cuando el arte duele.  
 Entonces, ¿por qué no goza hoy de reconocimiento nuestro artista montalbeño?

Esta forma de ser y una obra que habla por sí sola de progreso e innovación, además de un artista vivo que hablaba con tal sensatez que como se llegó a decir, “cuando Enrique Moreno habla, Ortega y Gasset escucha”, hacían FUERTE Y JOVEN a una generación, pero molestaban profundamente a otra. Es un caso en el que podemos decir que el arte de un hombre dolía en lo más profundo de la conciencia de otras personas. Y como se suele hacer en este país, cuando alguien sobresale, LO ELIMINAMOS.



* Placas de mayor importancia de Enrique Moreno.

Placa de La Plaza de la República (actual Plaza de las Tendillas). Enrique Moreno.
   
                                                                                                                                                                          
Lápida Isabel Arias (Cementerio de la Salud, Córdoba). Enrique Moreno.


Placa a Francisco Alcántara (Pedro Abad). Enrique Moreno.
  

40 años de silencio.Fue una víctima de la Guerra Civil Española. Con el alzamiento militar, fue fusilado en septiembre de 1936, consecuencia de una venganza personal. Además parte de su obra fue destruida o desapareció de las calles. Luego fueron 40 años de silencio en los que se enterró la memoria del artista, donde incluso para evitar hablar del él cambiaron su nombre en periódicos y diferentes publicaciones.

Como podemos ver, la figura del joven artista Enrique Moreno, no pasó desapercibida entre los ilustres de la época. Es realmente asombrosa la rapidez con que este artista llegó a ser conocido por su genial trabajo y con el que consiguió una reputación y un lugar en la cultura cordobesa y andaluza a pesar de su corta trayectoria como escultor.
Admirado por los grandes de su tiempo y creando escuela entre sus contemporáneos, andaba la figura de un montalbeño europeo que se comía el mundo.


* Bustos y monumentos en lugares públicos.


Monumento a Martín Rucker (Jardines de la agricultura, Córdoba) Enrique Moreno.

Monumento a Manuel Reina (Puente Genil). Enrique Moreno.

Placa al Presidente del Gobierno Alejandro Lerroux  (La Rambla). Enrique Moreno.




El artista y su obra hoy día.A día de hoy, podemos disfrutar de la obra del artista en diferentes lugares de la provincia. Córdoba o Puente Genil, por medio de monumentos callejeros, diferentes placas en Pedro Abad o La Rambla o incluso alguna de sus obras expuestas permanentemente en la colección del Museo de Bellas Artes de Córdoba. Las demás esculturas que sobrevivieron al destrozo de la guerra están en colecciones privadas o casas particulares.
Es de agradecer el trabajo que sus hijos están desempeñando para reconocer la obra de Enrique Moreno o incluso los restauradores del museo de Córdoba, además de diferentes periodistas que se han acercado a la figura del artista para escribir su arte.
Como podemos ver, el tiempo no ha podido con los 40 años de silencio que se impusieron sobre el artista, ya que su valía y su importancia como difusor de nuevas tendencias en Córdoba tuvieron más fuerza en dieciséis años de trabajo que en cuarenta de censura.
Indiscutible y admirada la figura de Enrique Moreno por sus contemporáneos, solo nos queda como hijos de tu herencia, tomar conciencia y abrazar su obra como nuestra, la del escultor europeo y Montalbeño ENRIQUE MORENO.


 * Bustos en colecciones particulares.

Busto a Jose María Romero. Enrique Moreno.

Busto a Luque. Enrique Moreno.

Busto a María. Enrique Moreno.

Retrato de Joaquin García Hidalgo (Museo Bellas Artes de Córdoba). Enrique Moreno.





                                                                                     << A mi admirado Enrique, desde un rincón de tu tierra,
                                                                                                                        Siguiendo tus pasos, siguiendo tu lucha,  soldado.>>                                                                                                                                                                                        Demetrio Salces.